En Chile existen numerosas especies de animales nativos que aquí encuentran las condiciones para su bienestar. Los felinos silvestres nativos chilenos no son la excepción y, en nuestro país, encontramos siete especies de gatos que lo habitan.
Hasta hace muy poco, eran cinco los tipos de felinos o gatos que se conocían como nativos de Chile: el puma y cuatro especies más pertenecientes a la familia Leopardus, el gato Colocolo (Leopardus colocolo), gato Andino (Leopardus jacobita), gato Güiña (Leopardus guigna) y gato de Geoffroy (Leopardus geoffroyi). “Todos de hábitos preferentemente nocturnos y, debido a la acción del hombre, en diversas categorías de amenaza” aclara Ladera Sur, plataforma digital especializada en naturaleza y medio ambiente
Sin embargo, nuestros amigos de la Coordinación de Felinos Silvestres de Chile (C.F.S), organización sin fines de lucro dedicada a la educación y conservación de estos animales, nos explican que ahora son siete: “En un comienzo, nos decían que existían ocho subespecies de gato colocolo en toda Sudamérica, para luego ratificar, mediante un estudio del año 1994, que existen tres subdivisiones de Leopardos colocolo: el colocolo, el pajeros y el braccatus, existiendo en Chile sólo el colocolo”, comenta Francisca Ávila, experta de la ONG.
Hoy, el estudio “Revisión Taxonómica del Gato de las Pampas”, editado por la publicación “Zoological Journal of the Linnean Society” en marzo del 2020, aclara que existen nuevas especies que considerar: “Este estudio cambió el enfoque y, después de una investigación que incluía análisis de osamentas, pelaje y otros, se concluye que la nueva clasificación de leopardos colocolo integra cinco especies más completamente diferentes entre sí. En resumen, se mantiene la denominación de Leopardus colocolo que habita en la zona central de Chile, pero ahora consideramos que en la zona norte del país habita el Leopardus Garleppi y, en la zona sur, el Leopardus Pajeros, sumados a dos especies más que habitan en Brasil y Bolivia”, nos detalla Francisca Ávila.
Finalmente, los diversos estados de amenaza de estos animales están en directa relación con el daño al hábitat donde muchos de estos felinos conviven, por lo que su estudio colabora directamente con la concientización de sus situaciones y protección.
Aquí les dejamos detalles de estas especies, en qué zonas de Chile se encuentran y en qué grado de amenaza están actualmente. De esta forma, todos podemos tener el adecuado conocimiento de estos hermosos gatos chilenos y agradecer la valiosa obra de decenas de personas que se dedican a su conservación:
Puma
Presente desde Arica a Magallanes, puede medir hasta 2,8 metros de largo, 80 cm de altura y pesar hasta 80 kilos. Tiene cinco garras en las patas delanteras y cuatro en las posteriores. Es considerado el depredador más peligroso del país y el felino más grande que habita suelo nacional.
Su estado de conservación a nivel internacional es de “preocupación menor”. Sin embargo, según información emanada por el Ministerio del Medio Ambiente de Chile, la fragmentación y pérdida de hábitat ha afectado la disponibilidad de alimento, refugio y territorio, lo que aumenta la presión en las poblaciones a nivel local de los pumas. Se considera que estaría replegado a tierras altas e inaccesibles, donde la reducción severa de sus fuentes de alimento debido a acciones de caza y/o modificación de hábitat por deforestación, son su principal amenaza.
Gato Montés Andino
Presente en el norte de Chile, en las zonas de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, además de otros países de Latinoamérica como Argentina, Perú y Bolivia. Puede alcanzar una longitud de hasta 80 centímetros, además de una cola de 35 cm y un peso no superior a los 4 kilos. Es considerado el felino con mayor grado de amenaza de América y actualmente está en “peligro de extinción”.
La ONG “Alianza Gato Andino” es un esfuerzo conjunto de diversos profesionales de Sudamérica unidos por la protección y conservación de esta especie. Ellos han logrado identificar sus principales amenazas: degradación y pérdida de hábitat; caza y tenencia irresponsable de mascotas. Esta organización no sólo ha difundido las graves amenazas del gato andino, sino que: “A través de Programas Multinacionales estamos realizando intervenciones para lograr neutralizar o disminuir el impacto de estas amenazas, respetando las culturas e idiosincrasias locales, trabajando con las comunidades”.
Uno de sus resultados más notables fue la realización del corto documental “Buscando al Gato Andino”, disponible en YouTube. En la pieza audiovisual, dirigida por Rodrigo Villalobos y Andrés Cid, podemos ver como un equipo de conservacionistas busca incesantemente imágenes del Gato Andino sin manipular su hábitat, mientras cuentan su historia y lo complejo de su estado actual de amenaza.
Gato Güiña
Es considerado el felino más pequeño de toda Latinoamérica, con una longitud estimada de 65 a 73 cm y un peso de 2 a 3 kilos. Se puede encontrar a partir de Coquimbo, hasta la Patagonia en la zona de Aysén, Cochrane. Principalmente se ve en ambientes de bosque y matorral de mayor cobertura, aunque también se le ha registrado viviendo en zonas de bosque fragmentado.
Actualmente, se encuentra en una situación de vulnerabilidad. Desde 1970 a la fecha ha disminuido en un 70% su presencia en la naturaleza, con menos de 10.000 ejemplares, por lo que se encuentra prohibida su caza y captura. La Coordinadora de Felinos Silvestres de Chile (C.F.S.) se ha preocupado de generar conciencia respecto a su estado de vulnerabilidad, entregando información como parte de su campaña #YoCuidoAlGatoGüiña.
Gato Geoffroy
Este felino mediano tiene una longitud de 60 centímetros, con 30 de cola y un peso estimado de 3 a 5 kilos. Según la ficha de especie clasificada del Ministerio de Medio Ambiente, este gato es de hábitos principalmente crepusculares y nocturnos y es un buen trepador que descansa en los árboles durante el día. Se alimenta principalmente de pequeños mamíferos (roedores y liebres) y de aves, aunque también hay peces, anfibios y reptiles en su dieta. En general se lo describe como relativamente común en áreas forestales de la porción norte de la Patagonia chilena, como el Parque Nacional Torres del Paine.
Su estado de conservación es “casi amenazado”, ya que aún no cumple con los criterios para ser clasificado en alguna de las categorías de amenaza. Sin embargo, la caza indiscriminada es su principal peligro.
Gato Colocolo
Se trata de una especie pequeña de felino, la longitud de su cuerpo bordea los 70 centímetros, su cola promedia los 30 y pesa entre 3 a 7 kilos. Cómo se describió anteriormente, en Chile existen tres subespecies con claras distinciones entre ellas, por lo que, para efectos de esta guía, la C.F.S. nos aconseja incluirlas como tres tipos de gato colocolo distintos: El Leopardus Garleppi que vive en el norte de Chile hasta Antofagasta; el ya conocido Leopardus colocolo que se encuentra desde Coquimbo a Concepción y el Leopardus Pajeros que vive en Aysén y Magallanes.
Su estado de conservación es “casi amenazado” y, aunque su caza está prohibida, su ficha del Ministerio del Medio Ambiente aclara: “Al igual que otros felinos, el gato colocolo ha sido fuertemente explotado por su piel, y hoy en día todavía se lo persigue en el campo por considerarlo un riesgo para las aves de corral. La modificación de los ambientes naturales es otra causa de amenaza para la especie. La presencia de perros dentro de su área de distribución también ha sido señalada como otro factor de amenaza.”